lunes, 10 de junio de 2013

Oración por los Enfermos




Señor,
Tu conoces mi vida y sabes mi dolor,
Haz visto mis ojos llorar,
Mi rostro entristecerse,
Mi cuerpo lleno de dolencias
Y mi alma traspasada por la angustia.

Lo mismo que te pasó a ti
Cuando, camino de la cruz,
Todos te abandonaron
Hazme comprender tus sufrimientos
Y con ellos el Amor que Tu nos tienes.

Y que yo también aprenda
Que uniendo mis dolores a Tus Dolores
Tienen un valor redentor
por mis hermanos.

Ayúdame a sufrir con Amor,
Hasta con alegría.
Sí no es ¨posible que pase de mi este cáliz¨.
Te pido por todos los que sufren:
Por los enfermos como yo
Por los pobres, los abandonados,
los desvalidos, los que no tienen
cariño ni comprensión y se sienten solos.

Señor:
Sé que también el dolor lo permites Tu
Para mayor bien de los que te amamos.
Haz que estas dolencias que me aquejan,
Me purifiquen, me hagan más humano,
Me transformen y me acerque mas a Ti.
Amén.

Juan Pablo II

martes, 4 de junio de 2013

Mensaje de Jesús



¿Por qué te confundes y te agitas ante los problemas de la vida?

Déjame el cuidado de tus cosas y todo te irá mejor.
Cuando te abandones en mi todo se resolverá con tranquilidad según mis designios. No te desesperes, no me dirijas una oración agitada, como si quisieras exigirme el cumplimiento de tus deseos. Cierra los ojos del alma y dime con calma. Jesús yo confío en ti.

Evita las preocupaciones y angustias y los pensamientos sobre lo que pueda suceder después. No estropees mis planes, queriéndome imponer tus ideas. Déjame ser Dios y actuar con libertad. Abandónate confiadamente en mí. Reposa en mí y deja en mis manos tu futuro. Dime frecuentemente: Jesús, yo confío en ti. Lo que más daño te hace es tu razonamiento y tus propias ideas y querer resolver las cosas a tu manera. Cuando me dices: Jesús, yo confío en ti, no seas como el paciente que le pide al médico que lo cure, pero le sugiere el modo de hacerlo. Déjate llevar en mis brazos divinos, no tengas miedo, YO TE AMO.

Si crees que las cosas emperoran o se complican a pasar de tu oración sigue confiado. Cierra los ojos del alma y confía.

Continua diciéndome a toda hora: Jesús, yo confío en ti.

Necesito las manos libres para poder obrar. No me ates con tus preocupaciones inútiles, Satanás quiere eso: agitarte, angustiarte, quitarte la paz. Confía solo en MI, abandonáte en MI. Así que no te preocupes, hecha en mi todas tus angustias y duerme tranquilamente. Dime siempre: Jesús, yo confío en TI y veras grandes milagros